[lang_es-es]El Aty Guasu.
El II Encuentro de la Nación Guaraní habilita un espacio de encuentro de representantes de pueblos vinculados lingüística e históricamente.[/lang_es-es]
[lang_gu]Guarani Retã Atyguasu II-ha rupive ojojuhu umi tapicha omyakãva hetã guarani, avei ojokupytypa hikuai hekotee ha iñe’ẽ rupive.[/lang_gu]
En su planificación, gestión y desarrollo participan veinte organizaciones representativas de los pueblos guaraní del Paraguay (aché, avá, mbyá, páĩ tavyterã, ñandéva y guaraní occidentales) y delegaciones de comunidades de Argentina, Brasil y Bolivia, países de los cuales asistirán tanto representantes indígenas como autoridades gubernamentales.
Este evento tiene una doble inscripción institucional. Por una parte, se encuadra dentro del Mercosur Cultural y, dentro de ese marco, conmemora el vigésimo aniversario de la firma del Tratado de Asunción (26 de marzo de 1991); por otra, corresponde a un programa del Bicentenario de la Independencia del Paraguay.
Mercosur guaraní
Como programa del Mercosur Cultural, este encuentro fue aprobado en la reunión de Ministros de Cultura del Mercosur celebrada en Buenos Aires, en junio de 2010. El acta de tal reunión reconoce, además, el carácter conmemorativo del encuentro vinculado con los Bicentenarios de las independencias latinoamericanas. Este reconocimiento permite subrayar un rasgo fundamental del Encuentro de la Nación Guaraní: su dimensión regional. El Bicentenario de la Independencia del Paraguay asume tanto el valor de la soberanía nacional y la historia propia como el carácter americanista de la gesta de mayo, producida en el contexto de los movimientos libertarios del S. XIX latinoamericano.
Por eso, por una parte, este encuentro enfatiza el hecho de que el Paraguay ocupa el epicentro del gran tetã guasu, la patria grande, de la cultura guaraní: la ubicación central de su territorio así como la vigencia nacional de su idioma y el hecho de contar con la mayor diversidad de etnias avá, exigen que nuestro país asuma una responsabilidad hegemónica en lo concerniente al mundo guaraní. Este hecho ha impulsado a la Secretaría Nacional de Cultura a aceptar el reto de que nuestro país se constituya en sede de este encuentro regional.
Por otra parte, el espíritu de nuestro Bicentenario se dirige a considerar el Paraguay en su proyección ambiental e histórica que demarca el Río de la Plata. El nombre Paraguay, que hoy sólo se conserva para llamar a Asunción, es el gentilicio de toda la Cuenca del Plata, incluido el mar (para) donde desemboca el río conocido originariamente con ese nombre en todo su trayecto. Los actuales guaraní reivindican el horizonte amplio de un territorio, comprendido no tanto en sus aspectos geográficos, sino en sus dimensiones culturales; el gran tekoha, el asiento de la manera propia de ser, el lugar de la identidad: de la cultura. Una gran reunión, un Aty guasu, entre los guaraní de Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay significa la continuidad de un espacio de diálogo interétnico que, iniciado con el primer encuentro, puede proyectarse como sitio de convergencia y como puesto estable de interlocución entre los avá y los Estados regionales.
Bicentenario guaraní
El II Encuentro de la Nación Guaraní involucra los cuatro ejes del Bicentenario de la Independencia del Paraguay, que a su vez se encuentran transversalmente cruzados por enfoques de derechos humanos, diversidad y soberanía.
1. Patrimonio
Este encuentro permitirá cautelar y promover aspectos tangibles e intangibles de la cultura guaraní. Los primeros se relacionan con la construcción de ocho oguasu, también llamadas óga jekutu, grandes casas-templo páĩ tavyterã cuyo conjunto constituirá el más importante complejo arquitectónico guaraní de América: un centro de salud y educación, un lugar de encuentro y deliberación de todos los grupos guaraní, un local permanente de oraciones, rituales y festividades diversas. Este valioso conjunto está levantado en la comunidad Jaguati, en la Cuenca del Aquidabán, Departamento de Amambay, en una posición equidistante de diversas comunidades guaraní.
La promoción de la cultura intangible se refiere a los aspectos de la tradición guaraní potenciados mediante la sinergia que implica el encuentro interétnico: danzas, atuendos ceremoniales, oraciones, rituales, comidas, relatos, etc. Pero también involucra continuidad de las técnicas de construcción de los oguasú, recuperadas ahora por generaciones jóvenes instruidos para la ocasión por los mayores, conocedores de aquellas técnicas.
2. Memoria y proyecto
Este eje del Bicentenario Nacional se refiere a la reflexión colectiva sobre el pasado y la conservación de las tradiciones propias en vistas a la construcción de futuros deseables. La diversidad supone el juego de distintas memorias y diferentes sueños: múltiples deseos de futuro.
Los grupos guaraní cautelan los recuerdos, tradiciones y costumbres de las comunidades, pero no quedan atrapados en una actitud puramente evocativa o reminiscente: desde la conservación de los hitos fundamentales de su propio pasado, ellos aspiran a construir la historia por venir. Las demandas de los pueblos indígenas apuntan en ese sentido: a obtener condiciones que aseguren la continuidad de los territorios físicos y simbólicos y que promuevan mejores condiciones de vida para sus descendientes.
3. Ciudadanía
Las comunidades guaraní participan activamente en la determinación de los objetivos, la organización y el programa del encuentro. Su empoderamiento ha llegado hasta el punto de que ellos tomaron decisiones incluso sobre el logotipo del evento. El comité organizador indígena se reunió en distintas jornadas de trabajo y elaboró propuestas consensuadas con los representantes de los pueblos guaraní de Argentina, Brasil y Bolivia.
Los temas corresponden a la agenda fijada en la Carta Declaración del I Encuentro de Pueblos Guaraní de América del Sur, realizada en el Brasil el año pasado. Los puntos principales de dicho documento reivindican la creación de una instancia representativa de los pueblos guaraní y un foro de discusión en defensa de los derechos indígenas en el ámbito del Mercosur Cultural; la promoción del intercambio cultural entre las distintas comunidades guaraní de Sudamérica, la realización de seminarios y encuentros periódicos y el respeto del territorio y el libre tránsito cultural, de acuerdo con las tradiciones étnicas.
Los guaraní cuentan con suficiente visión pragmática y sentido realidad como para sumir que sus reivindicaciones suponen procesos complejos y prolongados de desarrollo; pero, por eso mismo plantean que los mismos comiencen ya, y lo hagan a partir del diálogo interétnico y las negociaciones entre la sociedad indígena y los Estados.
4. Vy’a Guasu
Los guaraní realizan sus deliberaciones, consejos y oraciones sobre el trasfondo de la danza colectiva. Aun las más graves ocasiones requieren el refuerzo de la festividad y el ánimo del convite comunitario. Durante el tiempo del encuentro, se realizarán diariamente el jeroky ñembo’e, el guahu o el kotiu, o cualquiera de las danzas ceremoniales cuyas coreografías promueven la cohesión comunitaria y apuesta por la renovación del sentido.
Este aspecto de la festividad guaraní podría darnos pistas a la hora de celebrar/conmemorar el Bicentenario, de modo que la fiesta constituya el momento de júbilo y encuentro de un proceso que también recuerda sus objetivos severos y sus momentos oscuros y que apunta a señalar rumbos diversos, aunque orientados al bien común: al fortalecimiento de la esfera pública.
Ticio Escobar