[lang_es-es]La fiesta colectiva “Sueño de una noche de primavera”, organizada por la Cooperativa Ricardo Brugada, de la Chacarita, tendrá lugar el próximo sábado 24 de septiembre, en el Club Resistencia. Veinticuatro chicas y seis varones serán agasajados con motivo de cumplir 15 años. [/lang_es-es]
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El primer encuentro con las familias de las y los “quinceañeros” tendrá lugar a las 16.30 en el local de la Cooperativa Ricardo Brugada, sito en Mómpox Nº 227. Posteriormente, a las 17.30 horas, en el Club Resistencia, ubicado en Mompox y Florencio Villamayor, tendrá lugar el último ensayo de la coreografía.
La participación en la fiesta no tendrá costo para las familias; tanto las quinceañeras como los quinceañeros contarán con todo lo necesario para la ocasión. Cada joven estará acompañado de su familia y amigos, todo esto envuelto en un gran ambiente festivo.
Participarán quienes se hayan inscripto, el único requisito ha sido pertenecer a la comunidad de la Chacarita.
Cabe señalar que la realización de dicha celebración ha sido fruto de un proyecto presentado a esta cooperativa por la señora Patricia Macaya, socia de la institución, quien con anterioridad había colaborado en un programa similar efectuado en el Bañado Sur, conjuntamente con el Pa´i Oliva y Soraya Bello, en el marco del programa “Mil Solidario”.
Más informes en la Cooperativa Ricardo Brugada. Tel: (021) 453-377; o con Jéssica Valdéz (021) 453 377 o 0981 757820; y con Patricia Macaya al 0991 514 388.
Tradicional ceremonia
El paso de la niñez a la etapa adulta ha estado presente desde los más remotos tiempos en las diversas culturas y de diversas maneras aunque conservan su esencia, pues se relacionan con un momento relevante del ciclo de vida: la procreación.
La fiesta de 15 años, de gran popularidad sobre todo en los países latinoamericanos, posee, posiblemente, un sentido similar, aunque evidentemente su forma de realización ha variado sustancialmente con respecto a los ritos de iniciación de nuestros ancestros; los mismos incluían a varones y mujeres.
Como ya lo han señalado antropólogos y sociólogos, los ritos cumplen un importante rol dentro de las comunidades para reforzar la cohesión familiar y social. El caso de la fiesta colectiva que se realizará en el Barrio Ricardo Brugada de la Chacarita, puede entonces ser calificado positivamente, fruto del trabajo en pro de esa cohesión que realiza la institución organizadora, pues gracias a la decisión de llevar adelante una celebración conjunta, la fiesta de 15 años será incluyente, supera las barreras económicas que conlleva una celebración particular, que mayoritariamente crea serias dificultades o que simplemente impiden su realización.
Esta fiesta posibilitará un trabajo en ideas e infraestructura nacidas conjuntamente en el seno de las familias del lugar.
Apuntes de ritos ancestrales
Con doce años los varones, y las jovencitas después de la primera menstruación, se integraban a la comunidad. Debían pasar por ritos de iniciación grupal, en el caso de los muchachos, e individual para las muchachas.
Relatos del antropólogo León Cadogan hablan de que poco antes de llegar a la pubertad, el niño es sometido a la ceremonia de iniciación, tan rigurosa que ningún extraño puede observarla, incluso se retiran las bestias de los contornos. Después de que el menor ha sido anestesiado con cerveza, se le perfora la parte inferior del labio con un punzón de madera o de cuerno de venado. Sigue por varios días una dieta estricta a base de maíz. Al terminar la iniciación está capacitado para abandonar las palabras infantiles y empieza a pronunciar las de los, adultos.
Esta ceremonia se efectúa cuando existe un buen número de niños de edad adecuada, pues la perforación de la parte inferior del labio es colectiva. Los iniciados reciben una serie de recomendaciones de conducta futura, que sean dedicados al trabajo, que se abstengan a hacer mal a sus semejantes, que no golpeen a sus esposas cuando contraigan matrimonio, que no beban licor en demasía, etc.
Los cuidados que se otorgan a la mujer cuando aparece la primera menstruación son más bien para apartarla de todo peligro en tan difícil momento de su vida que para reconocer ceremonialmente su cambio biológico y su posibilidad para contraer matrimonio. Para aislarlas de cualquier daño existe un periodo de exclusión. Durante el mismo, la madre instruye a la hija con consejos referentes a su futura vida marital, palabras que recibe y contesta en voz baja. Es enseñada después a realizar las labores manuales que realizará en su matrimonio, pero se aparta de toda labor pesada. Pasados los días críticos, el médico sacerdote la lava con una sustancia de cocción especial.
En líneas generales, todos los ritos terminaban en fiestas comunitarias con bebidas, música y danzas.