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Saberes como patrimonio de los pueblos|Mba’ekuaa tetãnguéra patrimonio ramo

14-11-2011

 

[lang_es-es]Artesanos, trabajadores y representantes de grupos y empresas de economía solidaria de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay, se reunieron entre el 9 y el 14 de noviembre pasado en el Hotel Los Alpes, de la Ciudad de San Bernardino, en el Foro denominado “Cultura y Economía Solidaria, Patrimonio de los Pueblos”. En el mismo se intercambiaron experiencias y se abordó la problemática del sector.[/lang_es-es]

[lang_gu]Artesano, mba’apohára ha economía solidaria rehegua aty ha empresa Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguái ha Uruguaigua oñembyaty akokuehe  9 jasypateĩ guive 14 peve,  Hotel Los Alpes opytáva táva San Bernardino-pe, No’õvusu ojeheróva “Cultura y Economía Solidaria, Patrimonio de los Pueblos” pe. Upérõ mayma tapicha oko’ivakue omopeteĩ ha ombohasa ojupekuéra hembihasa ha ohakã’i’o apañuãi ohasáva hikuái.[/lang_gu]

 

 

Así también, se hizo un llamado a los ministerios de Cultura del continente a incorporar lineamientos de la Carta Iberoamericana de Cultura en cuanto a la Economía Solidaria.

 

En la declaración final del Foro -que discutió los vínculos entre el Patrimonio Cultural y la Economía Solidaria- los participantes mencionan que consideran el patrimonio cultural heredado de nuestros antepasados, tangible e intangible, presente y vivo en nuestros pueblos, como fuente de nuestras identidades actuales. Patrimonio que se expresa en saberes, conocimientos y modos de producir, intercambiar, compartir y consumir, que recreamos en el presente y que legamos a nuestros pueblos, siendo obligación y derecho de nosotros y nosotras cuidarlo y protegerlo activamente.

 

Agregan que, de este modo, reconociendo la importancia y el valor de nuestro patrimonio cultural reflejado en las prácticas de la economía solidaria, nos encontramos con los siguientes obstáculos para su recate, conservación y desarrollo:

 

  • La desvalorización del patrimonio cultural de los pueblos y la invisibilidad de sus prácticas económicas solidarias, que hacen los sistemas educativos impulsados por elites urbanas e ilustradas europeizantes.
  • Consecuentemente con esto, el predominio de una ciudadanía acrítica y cuyo único vínculo con la cultura es establecido mediante un consumo pasivo de bienes culturales, promovidos por industrias culturales comandadas por el capitalismo.
  • La concentración de los medios de comunicación y su subordinación a los intereses de las empresas capitalistas y su promoción del individualismo, la competencia y el consumo inconsciente.
  • La existencia de políticas de fomento cultural que desarraigan a las(os) productoras(os) cultores, artesanas(os) y creadores de sus comunidades y territorios, transformando su cotidianeidad en una expresión folclórica y subordinada a intereses económicos y políticos ajenos a ellos.
  • La dificultad de distintos estados y gobiernos para traducir los valores y principios de la economía solidaria en cuerpos normativos y políticas construidas participativamente e implementadas de modo eficaz, equitativo y empoderante.
  • La debilidad de las organizaciones de la economía solidaria desde el punto de vista de la visibilidad pública de sus experiencias y de su capacidad de construir propuestas de institucionalidades y políticas diferentes, a partir de ellas.

 

Ante esta problemática se proponen fortalecer la relación entre economía solidaria y patrimonio cultural mediante un trabajo riguroso y continuo que:

  • Construya definiciones y visiones compartidas sobre patrimonio cultural y economía solidaria, desde un enfoque de derechos humanos, para  lograr así sensibilizar y educar a la población y a los gobiernos.
  • Impulse circuitos económicos solidarios e interculturales, que valoricen especialmente el aporte de las mujeres y jóvenes a la construcción del sector solidario de la economía y que vinculen a las(os) productoras(es), cultoras(es), artesanas(os) y creadores(as) con el comercio justo y solidario, las finanzas solidarias, el turismo comunitario y el consumo consciente.
  • Impulse procesos de intercambio, sistematización, formación, difusión y visibilidad de saberes y experiencias de economía solidaria, valorando las diversas lenguas existentes en el continente latinoamericano. Consolide las redes de colaboración y alianzas entre movimientos nacionales e internacionales de economía solidaria y organizaciones culturales, estudiantes, académicos, medios de comunicación alternativos y movimientos sociales inspirados en la gestión del patrimonio cultural.
  • Sensibilice a la ciudadanía en torno a la importancia del resguardo de nuestra soberanía alimentaria y del ejercicio de un consumo consciente y responsable.

 

Para finalmente hacer un llamado a la Secretarías y Ministerios de Cultura del Continente a incorporar los lineamientos de la Carta Iberoamericana de Cultura que recomienda la promoción de la Economía Solidaria en el sector de la Cultura.

 

El evento fue organizado por la ONG Estación A, el SERPAJ de Ecuador, el Centro de Educación y Tecnología para el Desarrollo del Sur de Chile, contando con aliados nacionales como la Secretaría Nacional de Cultura, el Instituto Paraguayo de Artesanía, el Espacio de Economía Solidaria y Comercio Justo de Paraguay la Federación de Artesanos y Artesanas del Paraguay, e internacionales como el Instituto Iberoamericano de Patrimonio Natural y Cultural, el Espacio Mercosur Solidario, la Red Latinoamericana de Comercio Justo y Comunitaria y la Organización del Comercio Justo de Latinoamérica. Cofinanciado por la Unión Europea.