[lang_es-es]La primera Casa del Bicentenario “Don Augusto Roa Bastos”, conocida como la “Casa Cueto”, situada en la calle México c/ 25 de Mayo, será inaugurada mañana jueves 29, a las 19.30 horas, en el marco de la semana de cierre de los festejos patrios.[/lang_es-es]
[lang_gu]Sandykõi róga peteĩha “Karai Augusto Roa Bastos”, ojekuaavéva “Casa Cueto” ramo, opytáva México haimete 25 de Mayo, oñeinauguráta ko arapo 29 oúvape, 19.30 aravo jave, ñane retã mochichĩ kuápe.[/lang_gu]
En el marco de la conmemoración la Comisión del Bicentenario, junto al Centro Cultural de la República El Cabildo, se ha abocado a la preservación de construcciones patrimoniales como ésta, que posee un gran valor histórico y arquitectónico.
Como atractivos, el centro cultural tendrá un sistema de video-instalación programado, para proyectar materiales del Bicentenario de nuestro país y otros de Latinoamérica.
Una “Galería de Próceres” dedicada a los Héroes de Mayo marcará el acceso, y se habilitará un espacio donde se podrán encontrar todas las publicaciones realizadas por la Comisión Bicentenario, editadas hasta hoy.
Galería de Próceres, instalada en el interior de la Casa del Bicentenario.
La “Casa del Bicentenario”, funcionará además como biblioteca y contará con un pequeño auditorio con sistema de proyección, que servirá como espacio para video –conferencias.
El arquitecto Carlos Colombino es el encargado de crear un espacio museístico donde se exhibirán objetos y documentos de nuestro Premio Cervantes, Don Augusto Roa Bastos.
La última moradora de esta casa fue María Cueto de Aquino, tía de Julia Miranda Cueto de Estigarribia, quien fuera esposa del comandante en jefe de la guerra del Chaco y luego presidente de la República, el Mariscal José Félix Estigarribia. La pareja residía en esta casa, durante su estancia en Asunción.
El acto de apertura incluye las palabras Jorge Oviedo Matto, vicepresidente1º de la Comisión y Presidente del Congreso, luego explicarán acerca de la nueva casa cultural, Fabricio Bibolini y Osvaldo González Real. Seguidamente será descubierta una placa recordatoria.
El programa indica además un momento musical a cargo de la cantante Mariví Vargas Cueto, sobrina nieta de Julia Miranda Cueto y María Cueto.
Acerca de la restauración
La casa convertida en centro cultural destinado a la literatura, habilitará de esta manera su restauración arquitectónica, labor realizada por los arquitectos Carlos Cataldi, Ida de los Ríos, Fabricio Bibolini y Vicente Canillas. La restauración interior estuvo coordinada por Carlo Spatuzza.
El trabajo de restauración de pinturas murales y cielorrasos fue coordinado por Carlo Spatuzza y un equipo de 13 restauradores del Museo de Bellas Artes, liderado por Petrona Villagra.
“El objetivo del grupo de trabajo fue mantener la integridad y la esencia de cada una de las habitaciones porque son de tiempos distintos, y debajo de una pintura, hay otras”, comentó Villagra. El mayor problema que encontraron los restauradores fueron los frescos, que por la antigüedad fueron perdiendo su aglutinante. “Tuvimos que volver a fijarlos para luego ir descubriendo cada una de las partes, que simulaban empapelados”, indicó finalmente la restauradora.
Valor arquitectónico e histórico
Esta edificación constituye uno de los escasos ejemplos de la arquitectura de estilo neoclásico francés existente en nuestra ciudad y quizás, su mejor exponente. Fue diseñada por el arquitecto francés George Levand.
Al interior presenta la tipología propia de la casa colonial y post colonial (primeras décadas del 1800), con estructura portante de muros de adobe y aberturas de madera en altura y dimensiones y con fallebas de hierro, propias del momento colonial. Se destaca que la edificación original, viste un ropaje neoclásico en el primer módulo y fachada, situación característica de la mayoría de las construcciones que perduran previas al 1850, la transformación de fachada evidencia el cambio al gusto popular al momento de las transformaciones estilísticas del periodo lopista.
La historiadora Margarita Durán refirió que la misma formaba parte de la histórica construcción del sitio de San Gerónimo, en el área del convento de la congregación religiosa del mismo nombre. En el sitio estuvo el convento franciscano desde la mitad del siglo XVIII, pasando luego a sede de cuartel, donde fue su comandante Mariano Roque Alonso. Gran parte del edificio del cuartel y el ex convento aun subsisten.
El arquitecto Hugo Cataldi, uno de los encargados de la restauración, comentó sobre la historia de la Casa. “Hasta la guerra del 70, estuvo asentado aquí el convento franciscano de Asunción, incluso la Plaza Uruguaya se llamaba San Francisco; luego de la contienda, se abrieron las calles y se lotearon las parcelas y se fueron quedando los vestigios del convento. En esta casa se puede ver un pedazo de la arcada original construida en adobe que no fue modificada cuando se modernizó la construcción”.