Causarano: “Es fundamental para el Paraguay apostar por la potencialidad económica de sus dimensiones culturales”

28-10-2013

Joven paraguayo, estudiante de Gestión Cultural en Buenos Aires, inició un denominado “ciclo de entrevistas” a los diferentes gestores culturales de Paraguay y de la región con el objetivo de mostrar a la ciudadanía cómo estos gestores llevan a cabo su función: qué entienden por cultura, cómo aplican estos conceptos en su gestión y si en esa aplicación se ve reflejado el respeto y cumplimiento de los Derechos Culturales. Este ciclo se inicia con una entrevista realizada a Mabel Causarano, ministra de cultura, donde se trataron temas claves que están en la agenda pública actualmente: los derechos humanos, la dictadura stronista, la lucha contra la pobreza y la igualdad de derechos.

 

Teniendo en cuenta que la cultura abarca toda la configuración simbólica de la ciudadanía, es  decir, cómo ésta se imagina, cómo a través de su experiencia intenta generar conceptos para  comprender su naturaleza y todo aquello que lo hace diferente de otras sociedades;  entendemos que no se puede hablar de personas fuera de la cultura, por lo tanto no existen personas incultas.

Los Derechos Culturales están proclamados como Derechos Humanos, esto orienta la  aplicación de Políticas Culturales que son la forma de intervenir en el curso de lo cultural en la sociedad. Éstas políticas son diseñadas, ejecutadas y controladas por los gestores culturales.

Otro objetivo de este ciclo es difundir los conceptos contemporáneos de cultura y el rol que deben cumplir estos gestores culturales en la sociedad.

A continuación la entrevista inextensa a la máxima autoridad cultural del Paraguay, Mabel Causarano, ministra-secretaria ejecutiva de cultura.

– ¿Cómo entienden a la cultura desde la Secretaría Nacional de Cultura?

En la SNC entendemos que la cultura es uno de los principales factores de desarrollo ¿Cómo  podremos comprender el pasado y el presente de nuestro país y de la región latinoamericana,  si no logramos entender las actitudes, los valores y las expectativas de la ciudadanía cultural,  sea esta beneficiada o perjudicada por el sistema? La superación de la pobreza no depende sólo de las medidas macroeconómicas, sino también de la manera cómo percibimos la realidad y nos ubicamos en ella. Depende de rupturas culturales y de la promoción de la innovación y el ingenio.

No se superarán los condicionantes históricos, responsables de que el 38% de la población esté en situación de pobreza, si el desafío del cambio no se torna una causa nacional; si no construimos capacidad para unificar esfuerzos, aprovechando la potencialidad que proporciona la dimensión cultural; si no rompemos los moldes que nos llevan a trabajar en compartimentos estancos; si no recuperamos la confianza en nosotros mismos y la esperanza en un futuro más digno acorde a nuestras potencialidades.

– En Paraguay existen varias normas jurídicas, entre artículos de la Constitución Nacional,  leyes y convenios internacionales en materia cultural. En su administración, ¿cuáles son las políticas específicas que se están tomando con enfoque de Derechos Humanos?

Una de ellas, es la participación activa en la acción del gobierno que apunta a la reducción de la pobreza extrema, denominada “Sembrando oportunidades”. Varios proyectos ciudadanos adjudicados por el Programa Fondos de Cultura, relacionados con comunidades campesinas e indígenas, se cruzarán con el Programa “Sembrando Oportunidades”. Asimismo, se promoverá que el Programa Ciudadela Cultural (articulación, inserción de la cultura en procesos de desarrollo) se replique en otros distritos importantes del país, donde actuará el programa gubernamental de lucha contra la pobreza.

En otro orden de cosas, y consecuente con las responsabilidades de estado en materia cultural,  se está retomando programas importantes que apuntan a garantizar el acceso a los bienes y servicios culturales, y, fundamentalmente, a promover la creación individual y colectiva.

Asimismo, iniciativas que favorecerán la inserción laboral de los artistas, su seguridad social, la  recreación de las memorias colectivas, la libre expresión de las identidades y la erradicación de  toda forma de discriminación.

La participación en el proceso de la política pública es otro derecho que será garantizado de forma especial. En tal sentido, debe destacarse la reactivación del Consejo Nacional de Cultura  (CONCULTURA), entre otros mecanismos de diálogo y participación.

– La larga dictadura stronista dejó graves consecuencias en materia de Derechos Humanos,  con el genocidio, las desapariciones, torturas y otros crímenes de lesa humanidad ejercidos por el régimen del cual todavía quedan secuelas, ¿qué lugar ocupa en la agenda de la SNC la lucha por la Memoria, la búsqueda de la Verdad y la Justicia?

La SNC debe contribuir al aprendizaje colectivo sobre las causas y consecuencias de un capítulo  nefasto de la historia reciente, buscando propiciar la madurez de la sociedad para evitar  nuevos regímenes autoritarios, retrocesos en el orden democrático y en el ejercicio de los derechos.

La memoria (las diferentes memorias) sobre la dictadura stronista requiere de recreación y  promoción, al igual que canales de comunicación y diálogo que favorezcan la reflexión y la  acumulación de capital social.

La dictadura stronista no solo está enlazada con un régimen particular, con un grupo de  personas o una coyuntura. Tiene raíces culturales de hondo alcance, gestadas a lo largo del tiempo. Es una labor cultural fundamental aquella que promueve una cultura alternativa, que canalice la resolución de los conflictos a través de vías pacíficas y democráticas.

– ¿Cómo la SNC tiene en cuenta a las industrias culturales como herramienta para la erradicación de la pobreza?

Las industrias culturales integran la llamada “economía creativa”, basada en la creatividad y la  generación de conocimiento; por tanto, acoge a lo que se entiende por industrias culturales (arte, diseño, publicidad, sector del audiovisual, ocio y entretenimiento) y a la llamada economía del conocimiento (investigación y desarrollo, TIC, etc.), en el entendimiento de que, en esta etapa que vive la humanidad, la creatividad es el mayor recurso económico.

En tal sentido, hay que estimular los procesos de cambio cultural, con relación a la valorización  de los beneficios que trae la producción de bienes y servicios, la generación de conocimiento, la interdisciplina y el trabajo en equipo, la diversidad, la aceptación del cambio como elemento articulador en el clima de incertidumbre que produce la globalización.

Desde esta administración, se pondrá un énfasis especial en promover todo el proceso  cultural, desde la creación y la producción, pasando por la circulación, hasta llegar al consumo o acceso a los bienes y servicios culturales. La mirada del proceso cultural exige que converjan perspectivas sociales, económicas e institucionales. Es fundamental para el Paraguay apostar por la potencialidad económica de sus dimensiones culturales.

– La institucionalidad de la cultura paraguaya tenía un liderazgo a nivel regional hace pocos años, esto se evidenció con la elección del responsable de la cartera como representante de los países de América del Sur ante la Conferencia Río+20 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible). Teniendo en cuenta la suspensión de Paraguay en la integración de los países de la región y contemplando su posterior reingreso al escenario regional, ¿qué aspectos de esa política que devino en el protagonismo nacional continuará?, ¿cómo se inserta Paraguay nuevamente en este contexto regional?

En el poco tiempo de construcción de la institucionalidad cultural, se sentaron bases muy  sólidas, que lograron mantenerse, no obstante la suspensión de la casi totalidad de los programas y acciones, ocurrida entre junio de 2012 y agosto de 2013. Con la gestión del Dr. Ticio Escobar, nuestro país fue un referente en el contexto regional, gracias al enfoque de derechos adoptado por la política cultural, la innovación en los procesos culturales, con amplia participación de los distintos sectores organizados y de la población. Fue toda una novedad, no sólo en el ámbito nacional, en donde la cultura se identificaba exclusivamente o con las artes o con el folclore, sino a nivel internacional.

La SNC conservará y capitalizará las experiencias recogidas en dicho proceso, ajustándolas al nuevo escenario político y a las decisiones del gobierno en materia de relaciones regionales e internacionales. Participamos activamente a nivel de Organización de Estados Iberoamericanos y tenemos buenas relaciones con los países limítrofes, con algunos de los cuales estamos analizando proyectos conjuntos.

– ¿Qué legado va a tener esta gestión con respecto a la diversidad cultural del Paraguay, las oportunidades igualitarias de derechos y de acceso a la producción y consumo cultural?

La ley nacional de cultura, promulgada en el 2006, inaugura una nueva etapa para el Estado paraguayo al abrazar la noción de derechos culturales. Con la construcción institucional, iniciada desde el 2007, exceptuando el paréntesis en el periodo junio 2012 – agosto 2013, se han dado avances importantes en materia de reconocimiento de la diversidad cultural del Paraguay. Esta administración fortalecerá este proceso, generando y perfeccionando mecanismos (incentivos, programas, leyes) que favorezcan la libre expresión de colectivos y comunidades y la lucha contra toda forma de discriminación.

No será una tarea fácil, ya que existen resistencias fuertes en la misma sociedad. Pero se trata de ser consecuentes con la Constitución Nacional, varios convenios internacionales y la Ley Nacional de Cultura. Es un cambio ineludible.

Por: Ricardo Arriola Afara, paraguayo, estudiante de Licenciatura en Gestión Cultural de la Universidad Nacional de Avellaneda, Argentina. Reside en Buenos Aires desde marzo del 2011.