El 9 de noviembre desde las 09:00 a las 13:30h se realizará charla-seminario sobre los Cultures de la Generación del 900. El evento cuenta con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura y será en el Aula Magna de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Nacional de Asunción (Mcal. Estigarribia esq. Yegros) con acceso libre y gratuito.
En la ocasión expondrán:
– Lic. David Velázquez Seiferheld – Producción intelectual de la generación
– Lic. José Ma. Amarilla – Logros de los exponentes de la generación de 1900
– Lic. Pedro Caballero – La educación en el debate de los novecentistas
– Arq. Sofía Gill – La arquitectura en la generación del 900
Nos referiremos solamente a quienes han dejado una obra publicada extensa. Muchos se destacaron en su momento pero, al no tener una obra bibliográfica de envergadura, no pudieron dejar para las generaciones siguientes plasmadas sus ideas y proyectos.
Hablamos de:
-RAMÓN ZUBIZARRETA y ZULOETA.
-CECILIO BÁEZ
-ALEJANDRO GUANES
-FULGENCIO R. MORENO
-EUGENIO A. GARAY
-MANUEL DOMÍNGUEZ
-ARSENIO LÓPEZ DECOUD
-RAMÓN INDALECIO CARDOZO
-BLAS GARAY
-ADELA (1865-1902) y CELSA SPERATTI
-IGNACIO A. PANE
-JUAN E. O’LEARY
-AGUSTÍN PÍO BARRIOS
LEGADO
A un siglo de su apogeo creativo e intelectual, la generación del 900 nos ha dejado brillantes ejemplos de amor a la patria, dedicación y compromiso con el conocimiento y el progreso y con el bien común como norte de su conducta. Desde la defensa del territorio nacional hasta los proyecto de modernización, urbanización e industrialización, tuvieron en los hombres y mujeres del 900 verdaderos protagonistas paradigmáticos en el horizonte nacional.
No era una “generación” solo por las edades, sino más bien por compartir los ideales de la reconstrucción de la patria abatida y arrasada. Fue un grupo heterogéneo de abogados, profesores y maestros, poetas, historiadores, sociólogos, naturalistas, periodistas y publicistas que tenían en común su gran amor al Paraguay y su fe inquebrantable en un destino mejor.
La convicción para esta generación radicaba en que el progreso para los demás llegaría de la misma manera que se presentó ante ellos, por medio de una esmerada educación que no les era esquiva a pesar de la precariedad de medios.
La generación del 900 es un monumento intangible a la importancia clave de la educación pública en un país como el nuestro. Fueron el Colegio Nacional de la Capital, primero, y la Universidad Nacional, después, el semillero constante de nuevos talentos y destacados ciudadanos. Más adelante, la fundación de las Escuelas Normales se encargó del adiestramiento de los formadores docentes que multiplicarían en toda la geografía nacional las bendiciones del conocimiento y las actividades del espíritu.
Lamentablemente, en algún momento de nuestra evolución histórica del siglo XX, aquello se fue perdiendo. Nadie podrá cuantificar los talentos desperdiciados por falta de medios para su educación. ¿Cuántos Eligio Ayala, Manuel Domínguez, Eusebio Ayala o Agustín Pío Barrios habrán sido condenados a la incapacidad de potenciar sus habilidades naturales por la carencia de adecuadas políticas públicas?
Ante el reto impostergable de la integración regional, se torna imprescindible recuperar la mística que movilizó un siglo atrás a aquella gloriosa generación del 900. Si ellos lo lograron a pesar de las enormes limitaciones de la época, nosotros obviamente podemos repetir esa hazaña.
Fragmento del libro: “LA GENERACIÓN DEL 900. UN SIGLO MÁS TARDE”. BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO
