Camino a Tañarandy 2.014

17-03-2014

Con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC),  a partir del Programa Ciudadela Cultural y en articulación con diferentes sectores de la ciudad de San Ignacio Misiones, como la Municipalidad,  artistas, gestores culturales, empresarios y miembros de la sociedad civil, se desarrolla el proceso de replicabilidad con la creación de Ciudadela Cultural San Ignacio Guazu. Al mismo tiempo el pasado 14 de febrero,  se funda la Asociación Ciudadela, que cuenta con el asesoramiento del reconocido artista  Koki Ruiz.

El fenómeno Tañarandy

Tañarandy es una marca cultural de San Ignacio Misiones, de proyección nacional e internacional. El artista visual Koki Ruiz,  de 56 años, es el creador de la “Semana Santa Tañarandy” y posee una larga y rica trayectoria de 40 años dedicadas a la cultura.

Junto a un equipo de jóvenes entusiastas han iniciado los trabajos de creación y elaboración de lo que será Tañarandy 2.014.

 

Operativo Tañarandy 2.014

Cada año alrededor de 20 mil personas acuden a la ciudad de San Ignacio,  para participar de esta experiencia que conjuga arte y religiosidad popular. La frase predilecta de su creador Koki Ruiz y que le sirvió de inspiración como artista es “cada ser humano es un artista y cada acción una obra de arte”. Expresa con convicción “todas las personas nacemos con la capacidad de crear y el arte debe salir de las colecciones de museos, para instalarse en el pueblo”.  Esta filosofía guía sus pasos para dar nacimiento a una de sus mayores obras: Tañarandy.

 Arte Barroco Americano y Religiosidad Popular

 “Desde el mes de enero iniciamos el operativo, primero hacemos el ejercicio creativo, lo cual nos permite pensar,  discutir y elegir el tema del año”, señala Koki Ruíz. Hay un antes de la  Semana Santa, que para los artistas es una experiencia muy rica,  la previa nos ayuda a determinar el tema a ser desarrollado. Este año será el “Arte Barroco Americano”, en la búsqueda de reflejar lo que somos desde el arte. Tañarandy, es un evento artístico  y de religiosidad popular, sin vender ilusiones de sanación, afirma Ruiz.

En el teatro El Molino, los preparativos consumen largas horas a Koki Ruiz y su grupo de jóvenes. Koki es un artista con una disciplina personal exigente que lo llevó al éxito en la creación. Aprendió a trabajar con espíritu perfeccionista en su época de estudiante en el Colegio San Blas de Obligado, Itapúa. Recuerda con emoción y cariño al padre Hutte, como alguien que marcó en él el apego al trabajo creativo y la búsqueda de la excelencia; en algunos casos sus horas diarias de trabajo se extienden hasta las 6 de la tarde, pero en ocasiones hasta las 11 de la noche.

“Ahora estamos haciendo las columnas, estarán revestidas de maíz y coco, simbolizando el mestizaje cultural”. En el año 92 se inicia Tañarandy, al principio fue pequeño, cubriendo unos 150 metros, nosotros fuimos a invitar y traer a las personas a observar y participar. Tras descubrirlo, la población local lo tomó como suyo; del ensayo caminamos a la ritualidad de una actividad anual, luego ya las personas venían por su cuenta a verlo y participar. Para el año 98 pude confirmar y estar seguro que era el camino, expresa Koki, mientras trabaja.

El Arte Vivo

Koki Ruiz, explica los orígenes de su inspiración y las influencias artísticas que recibió para impulsar Tañarandy. Señaló “fue por el año 85, haciendo exposiciones por Europa y más específicamente en Alemania, cuando conocí al artista y profesor de Arte Joset Beyus, quien es de la teoría de que el arte debe  salir de las colecciones de los museos para instalarse en el pueblo. Esto marcó la vida de Koki Ruíz como artista, quien expresa  “el arte debe ser vivo”.

 La tierra de los irreductibles.

La página WEB de la Gobernación de Misiones reseña: Tañarandy o “Tierra de los irreductibles” representa el punto más alto de la religiosidad popular y la traducción más genuina en forma de arte de los momentos cruciales de la religión cristiana. La procesión vespertina de cada viernes santo,  siguiendo la vía “yvaga rape” sintetiza, devoción, fe, adoración y creatividad para dar actualidad a centenarias creaciones artísticas inspiradas en la pasión y muerte de Jesucristo.

La concurrencia a esta manifestación popular sigue con unción el canto triste y lastimero de los estacioneros, los candiles instalados a lo largo del camino, los miles de faroles en manos de cada participante y las antorchas que arden en ambas veras rompen las tinieblas de la senda que recorre tan singular procesión.

Imágenes y devotos y la inmensa masa de seguidores llegan al lugar donde se recuerda la escena final de la crucifixión. Allí, actores vivos, reproducen con máxima fidelidad, obras pictóricas o escultóricas inmortalizadas por genios de otros tiempos. En este punto gana gran notoriedad el nombre de Koki Ruiz, artista plástico que con jóvenes de la localidad logró el resultado sorprendente de atraer todos los años a miles de turistas a presenciar está magnífica visión de la Semana Santa en el Paraguay.