La apertura del “Congreso Internacional “Roa, entre la historia y la literatura de América Latina y el Caribe” organizado por la Comisión de Conmemoración del Centenario de del laureado escritor paraguayo, Premio Cervantes 1989, se realizó el pasado martes 6 de junio, en la Sala Bicameral del Congreso Nacional, contó con las palabras de bienvenida del senador Roberto Acevedo Quevedo, presidente del Congreso de la Nación; Fernando Griffith, ministro de la Secretaría Nacional de Cultura y coordinador general de la Comisión Nacional; y Margarita Morselli, secretaria ejecutiva de la Comisión y directora general del Centro Cultural de la República El Cabildo; ocasión en que participaron los expositores internacionales y la comunidad cultural de nuestro país.
Tras un momento artístico ofrecido por la Orquesta Sinfónica Nacional, brindó unas palabras el escritor e intelectual paraguayo Ramiro Domínguez, seguido por Sergio Guerra (Cuba) y José Luis Díaz – Granados (Colombia).
La primera disertación del Congreso Internacional fue sobre “La importancia de Roa Bastos en la literatura latinoamericana”, a cargo del escritor, periodista, político y doctor en derecho nicaragüense, Sergio Ramírez, vicepresidente de Nicaragua entre los años 1985-1990.
Ramírez quien inició su magistral ponencia manifestaba que en 1917 se produce el nacimiento, en el mismo año pero en distintos y distantes lugares de América, de dos escritores capitales de nuestra lengua, Augusto Roa Bastos (escritor paraguayo 1917-2005) y Juan Rulfo (escritor mexicano 1917-1986).
Aunque Roa Bastos nació un 13 de junio de 1917 en Asunción, fue determinante en su vida de escritor su infancia en la remota Iturbe, donde el guaraní y el castellano entraron en una mixtura mágica en su oído y le dieron desde niño esa lengua escindida, o doble, que habría de marcar su escritura no sólo en la tesitura verbal, sino también en su carga de tradición oral, expresaba el conferencista.
El mundo rural de Roa Bastos, también arcaico, empieza en la lengua, como el de Rulfo. Y es la tradición oral guaraní la que le enseñó que los árboles guardan dentro de su corteza a personas silenciosas que se lamentan con quejidos lastimeros si son talados; igual que en esa misma oralidad.
En otro momento, mencionaba que los relatos entreverados de “Hijo de Hombre”, de Augusto Roa Bastos, no son otra cosa que un recuento de la historia del poder, que se manifiesta en una de sus expresiones más atroces, la guerra, donde, otra vez, contada con frialdad por los libros de historia, se resuelve en dramas individuales en la novela.
Hijo de hombre es la novela de la guerra del Chaco, su espejo más vivo, su crónica más lúcida, y es cuando el novelista comienza a contarnos la historia de Paraguay, a convertirse en el cronista de su país; y al hacerlo, se vuelve al mismo tiempo el cronista de América Latina, en la medida en que nuestras historias tanto se parecen, expresaba el ex vicepresidente nicaragüense.
El Congreso Internacional se desarrolla hasta este jueves 8 de junio, en el Centro de Convenciones Mariscal López, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Asunción.