Lucio Sandoval, teatrista de alma, que se inició como actor y luego extendió su quehacer apasionado hacia todos los roles que se cruzan en una puesta teatral, incluyendo la dirección y la escritura de textos. Fue asimismo un infatigable gestor cultural y un gran amante de la cultura y la lengua guaraní, a las que rindió tributo desde los diversos terrenos artísticos que recorrió con talento y entrega plena. Finalmente, un ser humano henchido de virtudes que se expresaban generosamente en favor de sus semejantes, ese es el hombre y el artista que ha concluido su paso por la vida.
La Secretaría Nacional de Cultura se suma a la consternación de la comunidad cultural al despedir a este ser humano que deja una estela luminosa, convocando a todos a un largo y sentido aplauso de despedida y a buscar caminos para honrar su memoria.