Centenares de familias participaron de las actividades culturales organizadas por la Secretaría Nacional de Cultura y otras instituciones y organizaciones civiles, el pasado 14 de mayo, en conmemoración a los 207 años de la Independencia Nacional.
En la esquina más histórica de nuestro país, 14 de Mayo y Presidente Franco, donde se sitúa el Museo Casa de la Independencia, la Asociación Cultural Mandu’arã, a través de una amena representación, revivió la gesta de la noche y la madrugada del 14 y 15 de mayo de 1811, cuando los próceres nacionales forjaron el inicio de nuestra República tras la intimación al gobernador español Bernardo de Velasco.
En la plaza de la Democracia, numerosos grupos musicales brindaron ritmo y melodía a una noche asuncena, que lució con los colores de la tricolor, el rojo, blanco y azul.
Por su parte, el ministro de la Secretaría Nacional de Cultural, Fernando Griffith, desde el escenario de la mencionada plaza destacó la participación de la ciudadanía a estas fiestas patrias e instó a recordar las hazañas de los grandes héroes de nuestra historia nacional, así como también a imitar sus valores para el desarrollo de la sociedad y el país.
“No olvides paraguayo que tu nación es grande y la reconstrucción de tu país se inicia en un solo lugar, en ti mismo, cada uno somos el cambio que queremos ver en el país”, expresó.
La fiesta fue de los paraguayos y de los ciudadanos que aman este país, quienes acompañaron a cada artista con sus canciones de músicas patrióticas y folklóricas: Músicos de la talla de Los Orrego, Francisco Russo, la Jazz Band de la Policía Nacional, Semilla Guaraní, Salamandra, La Banda Nacional, el Ballet Folklórico, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), La Pimentada y otros, animaron al gran público presente.
Por otra parte, la plaza Juan E. O’Leary fue recinto de una gran feria artesanal, en donde los artesanos de varios puntos del país llegaron hasta nuestra capital para exponer su arte, talento e innovación, destacándose el ñandutí, el ao po’i, la cerámica, la talabartería y la filigrana. También en la concurrida calle Palma se instalaron numerosos feriantes.