En la batalla de Acosta Ñu, de 3.500 a 5.000 paraguayos, entre ellos ancianos, mujeres y aproximadamente 700 niños, enfrentaron a 20.000 hombres del ejército aliado. Por la masacre producida, se conmemora este día como el “Día del niño en Paraguay”, desde 1948.
A las ocho de la mañana del día 16 de agosto de 1869 la vanguardia del ejército imperial intercambiaba los primeros tiros con la retaguardia del General Bernardino Caballero. El Conde D’Eu precipitó la marcha de sus tropas y salió con todas ellas en Acosta Ñu, sitio donde iba a librarse la batalla. Los paraguayos disponían de algunos pocos cañones, y sólo contaba con un batallón de veteranos, el 6º de infantería. Su caballería era escasa y en mal estado.
El general Caballero extendió su línea de batalla dando frente al enemigo, mientras intentaba replegarse: su única posibilidad era llegar a los bosques de Caraguatay.
Los paraguayos tuvieron que soportar enseguida la presión de nueve batallones y el fuego de numerosas piezas de artillería. Hostilizados en los dos flancos por regimientos de caballería, lucharon con extraordinario heroísmo.
La batalla llegaba a su momento culminante. Había pasado, hace rato, el mediodía. Se produjo una nueva carga y nuevamente fue repelida por ejército paraguayo. El cauce del arroyo quedó colmado de cadáveres. La tarde inclinaba. De pronto los paraguayos se vieron acometidos por la retaguardia. Se trataba de una fuerte columna de infantería, con ocho bocas de fuego que obligó a dividir las escasas fuerzas de Caballero y a atender dos acometidas simultáneas.
Los veteranos habían desaparecido, y con ellos el nervio principal de la resistencia paraguaya. No le quedaban sino niños y jinetes mal montados. Formaron un cuadro que se defendió como pudo hasta sucumbir.
Fuente: Memorias o reminiscencias históricas de la Guerra del Paraguay de Juan Crisóstomo Centurión
Fotos SNC: Vista del Campo de Batalla de Acosta Ñu desde el Cerro de la Gloria