En el marco del Día Internacional de la Mujer el viernes 8 de marzo, en la sede de Turista Róga Costanera, la Secretaria Nacional de Cultura organiza una muestra en Homenaje a la artista plástica paraguaya Ofelia Echagüe Vera.
En la ocasión, a las 19:00 horas tendrá lugar una visita guiada de la Exposición Itinerante en Homenaje a Ofelia Echagüe Vera, como precursora del arte moderno en nuestro país y en el empoderamiento de la mujer como protagonista de su tiempo en un momento en el que nuestra sociedad no aceptaba nuevos paradigmas; sin duda, es un aporte a la cultura visual actual.
La visita guiada estará a cargo de Tania Banks artista y docente del Instituto Superior de Bellas Artes.
Cabe mencionar que la exposición itinerante en Homenaje a Ofelia Echagüe se lleva a cabo en el marco del Convenio de Cooperación entre la SNC y el ISBA
Así mismo para las 20:00 horas se prevé la exhibición de cortos documentales nacionales.
ECHAGÜE VERA, OFELIA Pintora y docente, es considerada como el punto de partida de una nueva etapa que cambia el papel de la mujer en las artes plásticas paraguayas.
Nació en Asunción en 1904. Comenzó estudiando en su ciudad natal con Héctor Da Ponte, Modesto Delgado Rodas, Pablo Alborno y Adán Kunos, y luego se trasladó becada a Montevideo (Uruguay) donde definió su formación con estudios realizados bajo la dirección del profesor Domingo Bazzurro (1939-1941) y de los profesores Alfredo Guido y Emilio Centurión, de Buenos Aires, donde se graduó en la celebérrima Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación “Ernesto de la Cárcova”, de la capital porteña.
Acerca de su creación señala Ticio Escobar en su exhaustivo y formidable tratado “Una interpretación de las artes visuales en el Paraguay”: Su mejor obra creativa la realiza en el período inmediato a su vuelta al país y durante pocos años. En su exposición en el Club Centenario, la primera individual, en 1946, ya están definidas las características fundamentales de su pintura: buena factura técnica, figuras rotundas de presencia escultórica, organización meditada del espacio en planos y volúmenes, fuerte sentido de la expresión y preferencia por el tema del desnudo femenino.
El desnudo es para ella “un problema pictórico de máxima jerarquía” que plantea siempre la cuestión de la organización y el equilibrio. Pero es indudable que estas preocupaciones formales no le llevan a descuidar la expresión de ciertos contenidos que, en muchas de sus obras, aparecen ligados a determinada problemática de tipo existencial.
Su buena técnica retratística, que le permite el manejo de la intensa expresividad del rostro, y la ubicación de figuras solitarias en modestas habitaciones vueltas casi sórdidas por la luz y la composición, dan un sentido general de cierta desolación, un sentimiento vago de angustia”.
Y agrega: “La obra de Ofelia Echagüe, desarrollada básicamente en la década del ’40, anuncia algunas de las cuestiones pictóricas fundamentales de la década siguiente… Su obra, fuertemente signada por la enseñanza de sus maestros porteños, especialmente Centurión, tiende a una organización plástica que subraya la construcción, pero esta insistencia en los aspectos formales no implica menoscabo de lo expresivo. Aunque sus macizos personajes se estructuran en composiciones cuidadosas y meditadas que delatan la influencia del posimpresionismo rioplatense, tienen una indudable carga de significados relativos a la problemática existencial del hombre; siempre hay un fondo de soledad y desesperanza en sus ambientes semivacios invadidos por luces crudas, un sentido de incomunicación instalado entre sus mujeres de cuerpos duros y miradas ausentes”.
De vuelta al país se dedica a la enseñanza, siendo célebres sus clases en el Ateneo Paraguayo, primero, y en la Escuela de Bellas Artes, después, por la solidez de los conceptos y el rigor con que supo guiar a los muchos creadores que pasa-ron por sus aulas, plenas de libertad y vuelo artístico.
Falleció en Asunción en 1987.