Los voluntarios de Cuentos en Navidad realizan una extensa gira por varios hospitales, albergues, y hogares de niños, adolescentes y ancianas, en Asunción, y varios departamentos del país, llevando durante el mes de diciembre, historias alegres, relatos de amor fraternal, narraciones y cuentos por las fiestas de navidad y fin de año.
Estos servidores culturales, que llevan un poco de alegría a los afligidos, año a año crecen en número, experimentando vivencias que marcan sus vidas y que los motivan a volver en cada uno de los lugares cuidadosamente seleccionados. Igualmente estos espacios y las ciudades para visitar fueron en aumento en sus 11 años de vigencia, contando con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) para realizar varios de los recorridos.
Durante 7 años, la Sociedad de Escritores del Paraguay fue la responsable en la noble misión de llevar el amor a la lectura a numerosos niños; y desde hacen 4, con la incorporación del Clubdelibros Paraguay pudieron ampliar la cantidad de voluntarios, que no solo involucra a los escritores, sino que también se extendió a los gestores culturales, periodistas y comunicadores.
En cada una de las visitas también realizan la donación de libros para que durante el año los encargados de estos espacios dispongan de los textos, o que las docentes asignadas por “Aula hospitalaria” dependiente de la Dirección de Atención Educativa Compensatoria, a los hospitales públicos puedan instruir a los menores que realizan tratamiento prolongado en los nosocomios, en base a un convenio entre el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Educación y Ciencias.
Estos donativos se consiguen mediante la contribución de librerías y editoriales comprometidos con la causa como SERVILIBRO, Atlas, Arandurâ, Fausto, Rosalba, Editorial En Alianza y Fundación En Alianza.
Alejandro Hernández, uno de los cofundadores del Clubdelibros Paraguay y coordinador de la actividad, comentó que hay pequeñas bibliotecas montadas en áreas hospitalarias, y para esos lugares se entregan los libros donados; “así también cuando hay menos de 10 chicos se les obsequia un libro”, explicó.
En el caso del Hogar materno-infantil de la Cruz Roja, donde están las niñas embarazadas, por un pedido entendible, van sólo mujeres para contar los cuentos. “Allí hay niñas adolescentes; pero este año tenemos la grata noticia que por estos días no hay ninguna niña mamá en el hogar, aunque sí había un equipo bien preparado para visitarlas”, señaló.
En cambio en el Hogar de Ancianas, la temática es diferente ya que muchas ya ni leen, otras tejen, y normalmente se deja pan dulce o algún otro obsequio simbólico. “Es otro tipo de actividad, allí van grupos especiales y cada año son las mismas personas asignadas”, refirió.
