El ministro de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Rubén Capdevila, se reunió esta mañana con la presidenta del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), Adriana Ortiz, con quien conversó sobre el proceso para la puesta en valor de la casa Serafina Dávalos.
Al respecto, la titular del IPA recordó que el proyecto se encuentra en la etapa final, para posteriormente ser presentado al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), buscar financiamiento e iniciar la obra. Mencionó asimismo otros proyectos que la institución a su cargo tiene tanto con la SNC como con el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec).
«Hablamos de proyectos en común con el Fondec, de presentar un proyecto de capital semilla para la compra de materia prima para artesanos, del apoyo de la SNC en la Escuela de Saberes para buscar un lugar en el que podamos generar talleres y poder impartir estos conocimientos a la ciudadanía y de esta manera, poder asegurar la visibilidad de nuestros saberes y sobre todo poder perpetuarlos en el público en general».
Comentó además que conversaron sobre las escuelas de salvaguarda, que seguirán contando con el apoyo de la SNC, tanto en la puesta en valor así como en la publicación de sus memorias.
Por otro lado, la arquitecta Ángela Fatecha, directora general de Patrimonio Cultural de la SNC, acompañó al ministro durante la reunión y mencionó que ya existe un protocolo aprobado por la SNC, para la restauración de la casa Serafina Dávalos.
En ese sentido, indicó que la recomendación de la institución es que el trabajo se realice en dos fases.
«La primera es la puesta en valor o restauración del edificio de bien patrimonial y la segunda parte, el desarrollo de una obra nueva, para lo cual el IPA solicitó el acompañamiento de Cultura, para conseguir recursos».
Además, comentó que se ha presentado la idea de candidatar el poncho para’i de 60 listas como Patrimonio Cultural Inmaterial, acción que se trabajará con el Comité de Salvaguardia».
Finalmente, indicó que para esta semana está prevista la entrega de dos declaratorias: el reconocimiento como Tesoro Vivo a una maestra artesana en Yaguarón, que es la última del ñai’upo y la declaratoria de la técnica del ao po’i como Patrimonio Cultural de la República del Paraguay, en Yataity.