En conmemoración de su aniversario, el Museo Nacional de Bellas Artes ofrece una perspectiva artística del robo de valiosas obras de arte en 2002. Con un museo atelier abierto el 17 y 18 de febrero, y una posterior muestra, cinco artistas interpretarán obras maestras perdidas.
“El Robo del Siglo” es un proyecto que fusiona la memoria histórica con la expresión creativa. Cinco talentosas pintoras se unen para reinterpretar las obras maestras que fueron sustraídas del museo durante este incidente infame. Cada una de estas artistas aportará su estilo único y su perspectiva personal a estas obras, creando nuevas piezas que no solo rinden homenaje a las originales, sino que también exploran temas contemporáneos relevantes.
Las artistas participantes son:
Además, acompaña el proyecto desde la recopilación de datos y el proceso de la producción de obras con las artistas, la escritora y poeta *Bea Bosio*.
La acción consta de dos partes principales: un Museo Atelier abierto, donde las artistas trabajarán en sus respectivas obras durante el sábado 17 y domingo 18 de febrero en el Museo Nacional de Bellas Artes, de 15:00 a 20:00 horas, permitiendo a la ciudadanía presenciar el proceso de creación. Además, la exhibición final de las obras, como parte de “El Robo del Siglo”, está programada para la apertura de la muestra el 21 de marzo, en conmemoración del aniversario del Museo de Bellas Artes, y permanecerá abierta al público en adelante.
Esta actividad se enmarca dentro de las iniciativas del Museo Vivo MUVI, cuyo lanzamiento oficial se llevará a cabo próximamente bajo el impulso de la Dirección de Museos de la Secretaría Nacional de Cultura.
Sobre el Robo del 2002
Cinco valiosos cuadros fueron robados del Museo Nacional de Bellas Artes por una banda que accedió al edificio a través de un túnel que cruza una céntrica calle. Ocurrió en julio del 2002.
Los autores cavaron un túnel de 25 metros de largo, revestido con un encofrado de madera para evitar derrumbamientos. Los escombros fueron quitados de un local comercial frente al museo donde aparentemente se realizaban refacciones para un local de comida dietética.
Las obras sustraídas incluyeron una pintura de caballete de San Jerónimo, “Tête de Femme” de Étienne Adolphe Piot, un autorretrato atribuido a Jacopo Robusti El Tintoretto, “La virgen con el niño Jesús” atribuida a Bartolomé Esteban Murillo y un paisaje de Gustave Courbet.