a) ¿Nos podría resumir de qué irá su ponencia y qué es lo que nos viene a contar en este encuentro?
Mi exposición está basada en dos ejes centrales, por un lado mostrar el gran y variado patrimonio sobre la Guerra Guasú que hay en el Museo Histórico Nacional de la Argentina, así como en el museo provincial del complejo Udaondo. Desde los inicios del MHN las colecciones y donaciones de objetos referentes a la guerra fueron significativas, y durante décadas la muestra permanente contó con una sala “Guerra del Paraguay” en donde se exhibieron uniformes, armas, banderas, insignias, objetos personales de distintos actores del conflicto, incluidas pertenencias de Solano López y Elisa Lynch, trofeos de guerra, planos y diarios de batalla, bocetos de numerosas escenas de la vida cotidiana en el contexto de guerra, fotografías, y la colección de las ya famosas obras de Cándido López. En relación con este variado patrimonio, un segundo eje de la exposición analiza de qué modo se relató y conmemoró la guerra, cómo se la explicó y qué lugar tuvo en el Museo históricamente, a qué objetivos políticos respondía ese relato y como ha ido cambiando a lo largo del tiempo para finalmente hacer una propuesta de elaboración del tema en el presente. La necesidad de reinstalar y actualizar el tema en los museos a la luz de la renovación historiográfica de los últimos años, y de las deudas que considero tienen en este sentido las políticas públicas en materia cultural, en su discurso y construcción de la memoria sobre esta guerra y su relación con la historia y las identidades regionales.
b) La Guerra a través de los acervos, ¿qué podemos aprender y cuáles son las grandes transformaciones recientes en el manejo de documentos históricos sobre la guerra?
Hay mucho por aprender y por resignificar en materia de acervos y documentación, el patrimonio y los documentos son los mismos que teníamos hace 30 años, la gran transformación está en qué hacemos con ellos, cómo se relacionan entre sí, con el pasado y con el presente para contar sobre la historia y sobre sus legados en la actualidad, hemos tenido, al menos en el caso de la historiografía argentina, distintas explicaciones, relatos e interpretaciones sobre el conflicto, las representaciones y muestras de éstos relatos se traducen en las políticas públicas y su patrimonio de modo mucho más lento, con otros tiempos y muchas veces con otras lógicas, que creo deben ser reajustadas, entre otros por ejemplo, en un sentido más integral que incorpore dimensiones culturales, artísticas, sociales, más allá de lo bélico y en sentido regional, que es la verdadera dimensión de este proceso.
La posibilidad hoy de acceder de modo virtual por medio de la digitalización a gran cantidad de documentación en distintos archivos de los demás países, nos invita no sólo a seguir trabajando en la construcción de un acervo común y consensuar criterios, sino que son una oportunidad de construir un mayor y mejor conocimiento y comprensión histórica de la guerra y sus implicancias actuales, de trabajar en pos de una historia regional.
c) Mirando la historia de la guerra desde los documentos ¿qué tiene de diferente y qué le puede aportar a los aprendizajes propios de la historia que encontramos en los textos sobre el conflicto?
La distancia entre la documentación de archivo y los textos generales sobre el conflicto ha sido tradicionalmente enorme, en los últimos años, en el caso de la bibliografía edita en Argentina, esta brecha se ha acortado, pero es un trabajo aun enorme el que debemos realizar para dar mayor rigurosidad a los relatos que circulan de modo masivo y popular, que están teñidos por dimensiones emocionales, prejuicios y discursos nacionalistas ya abandonados por las investigaciones académicas, pero que aún no han sido divulgados y naturalizados en la sociedad. Esta es una tarea fundamental que entre otros, deben realizar las instituciones públicas y de modo privilegiado los museos a través de su patrimonio.
d) Algunas expectativas sobre este encuentro, ¿que espera de las conversaciones en estos días?
Tengo grandes expectativas para estos días, en relación por ejemplo con lo dicho anteriormente sobre la necesidad de romper las barreras tradicionales que han marcado las historias nacionales y sobre todo nacionalistas, y avanzar en una historia regional que es la real dimensión de este proceso histórico. Una Jornada como la que tendremos es una oportunidad para ponernos en contacto con especialistas, investigadores e historiadores de los diversos países, compartir conocimientos, experiencias y perspectivas, acordar y debatir, saber qué se está haciendo y qué se quiere hacer en materia de políticas públicas y memoria sobre la guerra, así como la actualidad historiográfica, trabajar de modo conjunto y definir lineamientos comunes.
Es una gran oportunidad también para visibilizar el tema a nivel mediático y social, para acercar a la comunidad toda estados de la cuestión y discusiones que hacen a nuestras identidades y relaciones internacionales.
e) ¿Qué puede esperar el público, artistas, académicos, estudiantes y gestores culturales, que asista a estas jornadas?
Me remito a lo dicho anteriormente, creo es una gran oportunidad de intercambio y aprendizaje conjunto, integrando diversas disciplinas y perspectivas para comprender una guerra compleja y siempre presente, desde sus diversas aristas y sensibilidades. Es también una oportunidad de generar proyectos a futuro que incluyan la realidad y los intereses de la sociedad, rompiendo el cerco que suelen tener las discusiones exclusivamente académicas.
f) ¿Cuál es la relevancia de este encuentro y el impacto que espera tenga este programa “Más allá de la guerra” como una manera regional de enfrentar un legado histórico de la dimensión de la Guerra de la Triple Alianza?
No tengo dudas sobre la gran relevancia de este encuentro, por los motivos previamente expresados, por las deudas que hay hasta hoy desde los diversos Estados, sus políticas públicas y la divulgación social de las actualizaciones sobre la comprensión de la guerra. En este sentido el programa me parece una propuesta fundamental en pos no sólo de entender mejor nuestro pasado, sino sobre todo con el objetivo de comprender nuestro presente y generar un mejor futuro, desde las identidades nacionales y el modo de definirse en relación a los otros, en los modos de relacionarnos, de entender y sentir la región y sus problemáticas, para construir una memoria que sea inclusiva de los actores y no un relato excluyente, maniqueo y taxativo. Poder incorporar dentro de un mismo relato del pasado visiones que por diversas pueden ser complementarias y necesarias. La guerra de la Tripe Alianza es una herida abierta, con distintas resonancias en todos las países que fueron parte, trabajar constructivamente usando a favor esa presencia del conflicto en lugar de negarlo, creo es un objetivo necesario para el cual este encuentro y el programa todo, aportan de modo sustancial.