En Paraguay, profesionales de la arquitectura concursan actualmente por hacer del siniestrado supermercado Ycua Bolaños un sitio de memoria y recordación, pero que al mismo tiempo, debe reunir el sentir de cientos de familiares y víctimas del incendio. De la misma manera, muchos lugares del mundo vivieron un importante proceso de transformación luego de una tragedia. La Zona Cero, en Nueva York; el Memorial del Holocausto Judío, en Berlín; y el Memorial de los caídos en la Guerra de Vietnam, en Washington, son algunos ejemplos de referencia en la temática.
“Lograr que un memorial refleje lo sucedido, pero al mismo tiempo transmita paz y esperanza es un desafío. Cada lugar necesitó un proceso de varios años para su transformación”, comienza explicando el arquitecto Fabrizio Bibolini, del Colegio de Arquitectos del Paraguay (CAP), entidad gerenciadora del Concurso Nacional de Ideas para el Sitio de Memoria 1-A Ycua Bolaños, impulsado por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y apoyado la Municipalidad de Asunción, en coordinación con las asociaciones de víctimas.
El caso del Ground Zero (Zona Cero), donde estuvieron las Torres Gemelas de Nueva York, es un ejemplo recurrente de cómo el lugar interactúa con la ciudadanía, el ambiente y, aunque recuerde los trágicos sucesos del 11 de setiembre de 2001, el memorial logra transmitir la sensación de vida y paz. “Para ello se realizó un concurso internacional de anteproyectos, hoy día consta de un gran parque con mucho verde y tres vacíos muy grandes que son la sombra de lo que fueron las antiguas torres atacadas”, menciona Bibolini.
“Cuenta con amplias piletas, las cuales terminan en cascadas que caen suavemente y uno siente esas pérdidas, pero a la vez, la vida, el agua que permite tener esperanza” continúa explicando el profesional de la CAP. “Tienen unos espacios donde van grabados los nombres de las casi cuatro mil personas fallecidas. Es un memorial viviente, la ciudadanía vive y comparte este lugar, al tiempo de recordar”.
“Hay varios estilos y formas de abarcar un memorial”
El arquitecto afirma que dependiendo de la sensación que se quiera transmitir al visitante, los memoriales pueden variar en estructura y estilos. Tal es el caso del Memorial al Holocausto Judío de Berlín, “el mismo propone un edificio cuyo recorrido interior es tortuoso, con pasillos angostos y techos muy altos, como faltando aire, llegar de un punto a otro es complicado. Por la sensación de opresión, agobio y tensión que se tiene en todo momento, es lo que se quiere transmitir.”, señaló.
Otro claro ejemplo es el “Memorial para los caídos en combate en la Guerra de Vietnam”, situado en Washington, Estados Unidos y construido también tras un concurso internacional de ideas. “Fueron más de 5.000 propuestas, ganó una estudiante de arquitectura de 21 años, propuso unos muros en V (v corta) de granito, semihundidos en el parque, donde están grabados todos los nombres de los caídos”, añadió.
Bibolini aseguró que dicho concurso en Washington no estuvo exento de controversias y opiniones dispares en la ciudadanía, lo cual incluso requirió la intervención del Congreso. El memorial de los caídos en la Guerra de Vietnam recibe actualmente más de tres millones de visitantes al año.
El profesional entrevistado confía en que los profesionales paraguayos sabrán captar las necesidades del lugar en consonancia con el sentir de las víctimas del 1-A. “Sentir esta energía muy fuerte del subsuelo, es macabro, finalmente después de tantos años podemos intervenirlo y tenemos tantos inscriptos, mucha gente joven que quiere participar, en su mayoría jóvenes profesionales”, finalizó.
