Tras conocerse esta semana el proyecto que dará vida al MEMORIAL UNO A – Ycuá Bolaños, las víctimas y familiares manifestaron emocionados que tienen grandes expectativas acerca del mismo. Concuerdan en que se trata de un paso transcendental dentro del proceso, el cual fue cuidadosamente consensuado con los afectados.
En palabras de Liz Torres, sobreviviente de la tragedia, el proceso para renovar el predio del antiguo supermercado comenzó ya hace varios años. “Lo que más queríamos es que, además de ser un espacio de memoria, sirva como un sitio abierto a toda la comunidad, que se pueda aprender de la historia de lo que pasó aquí, para que los muertos y heridos no queden como simples estadísticas”, señala.
Precisamente, junto con la Coordinadora de Víctimas Ycuá Bolaños y la Comisión de Huérfanos Ycuá Bolaños, la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) ha impulsado el Concurso de Ideas, en coordinación con la Municipalidad de Asunción, el acompañamiento de otras organizaciones comunitarias, el apoyo de la Cámara de Diputados y el gerenciamiento técnico del Colegio de Arquitectos del Paraguay.
El hecho de que se haya tomado al concurso con la debida seriedad otorga una garantía de transparencia, opina la señora Angélica Roa, quien perdió a cuatro familiares aquel fatídico 1 de agosto de 2004. “Hemos puesto toda nuestra esperanza en la posibilidad de recuperar este espacio”, asegura. “No siempre vamos a poder representar todo lo que la diversidad de familiares espera, probablemente haya gente que no esté contenta, pero el hecho de poder formar parte del jurado nos da mucha tranquilidad”.
Tanto Roa como Torres califican como transcendental haber llegado a esta etapa del proceso, el cual acercó a las víctimas y familiares hacia la expectativa que tenían sobre el futuro memorial. “Podemos decir que estamos satisfechos. Este espacio ya fue pagado con la vida de tanta gente, y ahora se va a reivindicar con la posibilidad de que aquí la población llegue y se encuentre con esto”, dijeron las afectadas.
“Que sea un espacio donde resurja la vida”
Para las entrevistadas, la idea ganadora –obra del estudio “Menos es igual a más por Menos” liderado por el arquitecto Francisco Tomboly- las toca profundamente. “Aún nos estamos interiorizando y leyendo acerca de los espacios, las intervenciones que se harán a la estructura. El juego con el agua y las luces evidentemente nos devuelve eso que queríamos, que sea un espacio donde resurja la vida de todos los que quedaron atrapados en este sitio tan terrible”, destacan.
Las afectadas recalcaron que se debe centrar el proyecto en la memoria y la posibilidad de convertirlo en un espacio cultural “donde la gente pueda venir, participar de actividades, pasar por acá haciendo un homenaje a los fallecidos pero también a la vida”, coinciden.
El proyecto conserva las estructuras de la rampa y la escalera, elementos simbólicos que las víctimas y familiares pidieron expresamente que sean tenidos en cuenta. Para Liz Torres, el detalle es clave y central, como también la intervención en el estacionamiento, lugar que será denominado “Plaza de las Sombras” e involucrará agua y haces de luces.
Asimismo, valoran que se rescaten los productos que ya se están obteniendo con las organizaciones, como por ejemplo el mural y el hecho de darle vida al patio donde se recibían las mercaderías, donde ahora se construirá una plaza de juegos.
Finalmente, señalan que la concreción de esta obra será altamente positiva para el barrio. “Trinidad tuvo siempre una historia propia, de lucha, de mucha participación ciudadana y compromiso de la gente. Antes del siniestro, el barrio ya tenía un antecedente participativo y ciudadano. El hecho de que haya ocurrido un desastre de esta magnitud, marcó la posibilidad de que la gente se sienta más unida”, rescataron las entrevistadas.
La obra ganadora
Con respecto al proyecto premiado, los autores refirieron que el mismo pretende ser “un espacio para la ciudadanía, mediante el arte, la reflexión, la unión y el juego, esto ayuda a que el sufrimiento de nuestra gente no sea en vano y no quede en el olvido”.
El mismo conserva la rampa y la escalera como elementos simbólicos, además prevé intervenir el estacionamiento siniestrado con el espacio denominado “Plaza de Sombras”, conformando un espejo en que la losa superior dejará caer constantemente gotas de agua, como símbolo de vida.
Precisamente, el memorial alojará también un Salón de Vida (un espacio de usos múltiples muy iluminada con luz natural), tendrá talleres, bibliotecas, un Santuario y amplios espacios abiertos.
