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AGÓSTOPE JAGUEROHORY ÑE’Ẽ GUARANI

24-08-2021

ITAJU KU’I

20 joyas de la poesía escrita en guaraní

En esta serie dedicada a la Semana de la Lengua Guaraní les ofrecemos una muestra de los textos incluidos en el libro publicado por la Secretaría Nacional de Cultura, conjuntamente con la Academia de la Lengua Guaraní y el apoyo del Grupo Editorial Atlas, en 2019. El libro presenta veinte textos escogidos de la poesía escrita en guaraní, traducidos al castellano por Mario Rubén Álvarez, Feliciano Acosta y Susy Delgado.

Chéko yvytu
Ida Talavera

Sapy’aitérõ guarã
aguéta nderekovégui,
aníketi chereka
tata piriri hovýicha.

Avevéta ndehegui
ha ã che pepomimi
mombyryete okañýne
araiguýre ndehegui.

Ndachekuaáinteko nde
ha upévare reimo’ã
cherupytýne haguã
nde pepo kusuguemi.

Che… yvytu, arai,
ha ambogue angaipa,
anive chemyangekói
ni che rape reheka.

 

Yo soy el aire

Así, repentinamente
ya no podrás encontrarme,
espero que no me busques
como la hace una chispa.

Me alejaré de tu lado
y estas mis pequeñas alas
muy lejos se perderán,
muy alto, bajo las nubes.

No llegaste a conocerme
y eso te hace creer
que me podrás encontrar
usando tus alas rotas.

Yo…soy el aire, la nube,
y perdono los pecados.
Ya no quiero que me inquietes
ni andes tras de mis huellas.
(Traducción de Feliciano Acosta)

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Ida Talavera: Poeta bilingüe y artista plástica nacida en Asunción en 1910. Cursó sus estudios primarios en una escuela de Trinidad y profundizó sus conocimientos con su propio esfuerzo. Estudió asimismo el inglés, el portugués y el francés.

Fue figura importante de un cenáculo cultural de la época. Josefina Plá destacó su aporte como precursora de la poesía femenina del Paraguay, en tanto que Tadeo Zarratea la califica como la iniciadora de la poesía moderna en guaraní.

Publicó en vida un solo libro, Esto de andar, en 1966. Recién en 2011 se publicó el volumen Heruguä Poty, bajo el sello El Lector y en 2013 la antología Ida, por el Grupo Editorial Atlas. La autora dejó un gran número de textos inéditos y falleció en 1993.

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Panambi vera
Manuel Ortiz Guerrero

Panambí che raperãme resẽva rejeroky,
nde pepo kuarahy’ãme tamora’e añeñotỹ.
Nde réra oikóva ku eíra saitéicha che ahy’o kuápe
ha omboasukáva chéve amboy’úvo che resay.
Ku ñuatĩndy rupi ñu ka’aguýre ne muñahápe
iku’ipáva che anga che pópe huguy syry.

Reguejy haguã che pópe aikóva anga romuña
ha torýpe torypápe che áripi rehasa.
Panambi ndeichagua Tupã rymba pipo oime iporãva
resẽ yvytúndie che yvotytýre nde saraki.
Remimbivérõ ko che resápe remimbipáva,
tove mba’éna nde rapykuéri tañehundi.

 

Mariposa resplandeciente

Mariposa que en mi senda emerges para bailar
a la sombra de tus alas anhelo yo descansar.
Cual miel silvestre tu nombre habita en mi honda garganta
para las lágrimas que bebo así endulzar.
Por espinares, campos y montes al perseguirte
se curuvica entera mi alma para sangrar.

Para que bajes a mis manos yo corro detrás de ti
y muy alegre, alegremente tú aleteas sobre mí.
Será que existe en el mundo criatura como tú tan bella
cercano al viento sales a jugar en el jardín.
Cuánto más brillas, reluces más ante mis ojos
deseo yo tanto que detrás de ti sucumba al fin.
(Traducción de Mario Rubén Álvarez)

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Manuel Ortiz Guerrero: nació en Villarrica, Guairá, el 16 de julio de 1897. Siendo muy joven se unió a su padre para participar en la revolución de 1912 y cuando las fuerzas rebeldes fueron derrotadas, anduvo con él por las selvas de Matto Grosso (Brasil), donde contrajo la enfermedad que con los años lo llevaría a una vida solitaria y dura: la lepra.

Como escritor, se destacó en el género de la poesía y fue uno de los pocos representantes del modernismo en este país. Publicó sus primeros poemas en la Revista del Centro Estudiantil, y posteriormente en varios periódicos capitalinos.

Se destacó como declamador y orador apasionado. Acompañó y alentó la creación de la guarania, el género musical concebido por José Asunción Flores, quien musicalizó varios de sus poemas. Fundó y dirigió la imprenta Zurucu’a y entre sus obras publicadas se cuentan Surgente (poemas, Asunción, 1922), El Crimen de Tintalila (tragedia en 3 actos, Asunción, 1922), La Conquista (drama en cuatro actos, Asunción, 1930).

Junto a su inseparable compañera Dalmacia, falleció el 8 de mayo de 1933, víctima de lepra, antes de cumplir cuarenta años. Sus restos fueron trasladados desde su ciudad natal a una céntrica plaza asuncena que lleva el nombre de Manuel Ortiz Guerrero y José Asunción Flores.

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Okaraygua akã sa’yju
Carlos Miguel Jiménez

Ku mitãkuña, áva apopẽ sa’yju mimbíva,
iñakã jegua ndijavyiete mbokaja poty.
Inimbo overáva ho’a ijati’ýre, ojajái reíva,
ichupe heñói che ñe’a ruguápe mborayhu poty.

Ha’e umi hesa mbyja ko’ẽju ñande resapéva,
yvága hovy oje’o hague ima’ẽ paje…
Aropurahéine che mbarakapúpe mba’e iporãitéva,
hova pytangy ha’ete voi kuarahy resẽ.

Ojogua mokói jasy pyahumi hováre oguejýva,
umi ityvyta po’i asyete, karapã’imi…
Yvoty pytãva, hope ojeráva ha he’ẽ mbochýva,
upéva ijuru, pe huguy syrýva ha ikambuchimi.

Kuña sa rovy, pire morotĩ, akã sa’yjúpe,
yvytu pepo toguerahami che ñe’a poty.
Tupãsy itykéra, ojoguaiteíva ko che mborayhúpe,
mokõive ojovái ndojuasái porãme ha ojohupyty.

 

Campesina de cabellos rubios

Esa muchachita, de cabellos rubios y rizos brillantes,
cabeza adornada tan asemejada a la flor de coco,
hilos relucientes caen sobre sus hombros, fulgor regalado,
para ella nace en el fondo de mi alma la flor del amor.

Sus ojos igualan luceros del alba que nos iluminan,
el cielo azulado donde destiñó su mirada mágica…
Las he de cantar al son de mi viola, cosas tan hermosas,
mejillas rosadas tan asemejadas al amanecer.

Parecen dos lunas nuevas que bajaron a su rostro airoso,
esas cejas finas, delicadamente curvadas allí…
Y flor encarnada que abre sus pétalos y nos empalaga,
esa es su boca, que sangra y que fluye desde su vasija.

Niña ojos azules, con la piel tan blanca y cabellos rubios,
las alas del viento le lleven la flor salida de mi alma.
Su hermana mayor, la Virgen, la copia a ella, mi amor,
las dos enfrentadas, se alcanzan e igualan en pura belleza.
(Traducción de Susy Delgado)

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Carlos Miguel Jiménez nació en la ciudad de Pilar, Paraguay el 5 de julio de 1914. Su padre fue el inmigrante alemán Carlos Federico Brackebusch. Una vez en Asunción, estudió en el Colegio Nacional de la Capital, donde participó activamente en movimientos que reclamaban la defensa del Chaco.

Perseguido por sus ideas, fue confinado a la Isla Margarita (Paraguay), donde fundó una escuela para los reclusos, haciendo él mismo de maestro. Logró escapar de su encierro hacia la Argentina, donde vivió en Resistencia unos años, y posteriormente en Buenos Aires. En la capital porteña trabó amistad con grandes figuras del arte paraguayo como José Asunción Flores, Mauricio Cardozo Ocampo y Félix Pérez Cardozo, entre otros.

En su poesía, cultivó con igual maestría el guaraní y el castellano, siendo su obra “Mi patria soñada” un verdadero himno de esperanza durante los años de la dictadura.

La última etapa de su vida estuvo rodeada por la soledad y la miseria, y terminó sus días ciego y en la más completa orfandad.  Falleció en Asunción el 29 de agosto de 1970.